692 - MSM, ICQ
Tu silencio es figura de la muerte,
de esa muerte temida, no la mía,
mas la tuya, dejándome vacía
de cuanto tu alma sobre mi alma vierte.
Tanto de ti dependo, que soy fuerte
sólo si tu palabra es compañía;
si tu voz se oscurece, mi alegría
naufraga en llanto al miedo de perderte.
Háblame en tonos negros, verdes, rojos,
que escucho tus palabras con mis ojos;
no abandones en blanco la pantalla.
Tu voz está en las yemas de tus dedos,
y su inacción despertará los miedos
de haber perdido mi última batalla.
Los Angeles, 25 de noviembre de 2002