711 - Este instante
Para el amanecer quedan cien horas,
o tal vez diez minutos solamente;
detén la idea, impide que la mente
precipite en el alma las auroras.
Este momento prófugo en que lloras,
este soplo de tiempo insuficiente,
tórnese inmóvil como lo es ardiente,
o alárguese en penumbras soñadoras.
Será en ti la alborada falsa vida,
resurrección inversa en que la huída
no es del morir, sino a la misma muerte.
Aférrate a este instante, no hay mañana;
si la luz te llamara a la ventana,
diré que duermes, y se irá sin verte.
Los Angeles, 27 de enero de 2003