718 - Irak
Resuenan los tambores de la guerra
con insistentes, tenebrosos ecos,
al gigante se aferran los muñecos,
y la paloma herida se destierra.
De nuevo son los pobres de la tierra
carne de fuego, como troncos secos,
y la cuadrilla de cerebros huecos
en la farsa política se encierra.
Ambiciones, venganzas personales,
enarbolan banderas nacionales,
teñidas de nobleza y democracia.
Pero un sólo pendón, la hipocresía,
tremola al viento sobre la jauría
en búsqueda tenaz de la desgracia.
Los Angeles, 15 de febrero de 2003