756 - Sueño despierto
Tu nombre tañe en mi soñar despierto,
pero enmudece siempre su tañido
en la quietud de mi soñar dormido;
si pienso, vivo estoy; si duermo, muerto.
Pero abrázate a mí cuando no acierto
a pensarte en mi sombra sumergido;
tu recuerdo se habrá restablecido
cuando al alba mis ojos haya abierto.
Será tu imagen esperanzadora
mi primera visión en cada aurora,
y estarás a mi lado, aunque no estés.
Tan real es el sueño que me inspiras
si no duermo, que siento que respiras,
y oigo a mi espalda el eco de tus pies.
Los Angeles, 30 de marzo de 2003