766 - Dos semanas
Estos catorce días eran míos,
amasados de espera y esperanza,
catorce heridas a revés de lanza
sangrando en flujo de catorce ríos.
En amplitud de soledad, vacíos
de la sonrisa que en el alma danza,
escuadrón de amarguras, alianza
de congoja, temor y escalofríos.
Dos semanas, catorce eternidades,
y un difuso convoy de ambigüedades
rodando como tanques en la mente.
Perdí mis días, se quebró mi ensueño,
tendré palabras, pero el firme empeño
de soñar, quedará como yo ausente.
Los Angeles, 7 de abril de 2003