771 - Libre y mía
Marcharé en lentitud por tus caminos,
tierra de promisión, redescubierta;
mi antigua patria, estéril y desierta,
queda a merced de extraños peregrinos.
Descansaré a la sombra de tus pinos;
sobre sus vivas cúpulas, abierta,
una mano de nubes te despierta
rozándote en pausados remolinos.
Me reclama el espíritu celoso
circunvalarte de muralla y foso,
preservarte en quietud y en exclusiva.
Pero dejaré franca tu frontera;
si has de girar concéntrica en mi esfera,
libre y mía te quiero, no cautiva.
Los Angeles, 12 de abril de 2003