781 - Dilema
Se ovilló en el silencio, como el feto
se acurruca flotante en la placenta,
con esa reclusión de cenicienta
que aún no ha desenterrado su secreto.
Y durmió en soledad, sueño repleto
de palabras con tono de tormenta
que nunca supo articular, atenta
más al temor que a su matiz concreto.
Y al despertar lamentará el dilema
de hablar hiriendo al abordar el tema,
o de sumirse en un mutismo hiriente.
Oh, dime, no me digas, habla, calla,
que soy un polvorín que tanto estalla
por verdad que por dudas en la mente.
Los Angeles, 7 de mayo de 2003