805 - Entre mis dedos
Inevitable y leve te deslizas
entre mis dedos, y de mí te evades,
dejando al paso largas soledades,
y un fuego agonizando en sus cenizas.
Te siguen nubes lúgubres, plomizas,
a punto de parir oscuridades,
germinan en tus huellas orfandades,
abres heridas, no las cicatrizas.
Qué deserción, qué pérdida sangrienta,
te vas en suavidad, mas tan violenta
tu ausencia en el crepúsculo me explota,
que me ahuyenta la noche, y no consigo
dormir, sino soñar, soñar contigo,
navegando otros mares, tan remota.
Los Angeles, 30 de mayo de 2003