820 - Se va la vida
Se desgastan mis pies. Largo el sendero,
pavimentado en luto y aspereza;
mi sensatez, sonámbula, tropieza
desprovista de fuerza y derrotero.
Manos rocé al pasar de gris acero,
besé labios de rígida corteza,
y hoy me ciñe inequívoca certeza
de ser, en mi perímetro, extranjero.
Todos somos de algún modo expatriados,
de esperanza o de amor desvinculados,
en busca de la tierra prometida.
Y de un país a otro país errantes,
o en tanteos de nómadas amantes,
desgastados los pies, se irá la vida.
Los Angeles, 8 de julio de 2003