885 - En mi regreso
Cuando recale a ti, como quien llega
a reclamar lo que una vez fue suyo,
no me verás torrente, sólo fluyo
en suavidad de arroyo, en mansa entrega.
Diré a la mente que se vuelva ciega,
mientras entre tus brazos me diluyo;
este camino que otra vez concluyo
comienza y tiene fin sólo en tu vega.
Oirás golpes, verás bifurcaciones,
te acosarán ilógicas razones,
se extenderá la niebla en el sendero.
Venda los ojos, cierra los oídos,
y atiende solamente a mis latidos,
repitiendo incesantes que te quiero.
Los Angeles, 3 de septiembre de 2003