908 - Otra cumbre
No me llega tu luz, ha oscurecido
lentamente en crepúsculo de meses;
duermen en pie de lanza los cipreses,
y el corazón también se ha adormecido.
Hoy ya es murmullo lo que fue alarido,
apática quietud son los reveses,
mis labios ya no esperan que los beses,
y mis cantos por ti han enmudecido.
Te ausentaste, cubriéndote el semblante
de una máscara absurda, caminante
de múltiples caminos clandestinos.
Ya no hay dolor, ni sed, ni incertidumbre;
he iniciado el ascenso de otra cumbre,
y blanquean de rosas mis espinos.
Burgos, 4 de octubre de 2003