939 - Guíame al futuro
Ni eres dueña de mí ni soy tu dueño,
no soy más que un destello en tu alborada,
la visita que llega inesperada,
la sombra que se abraza a ti en el sueño.
Si en espaciosa libertad me empeño,
mi posesión se estrecha, mutilada;
el alma, en su mitad, desarraigada
de este mi yo, ex gigante hoy tan pequeño.
Me amedrenta abdicar independencia,
me acongoja negarme pertenencia,
me disminuye cada corte o muro.
Ven hacia mí, avasalla mi parcela;
si ves que mi actitud se desnivela,
venda mis ojos, guíame al futuro.
Los Angeles, 23 de noviembre de 2003