94 - Bodas de plata
Cuántos años, amor, se te durmieron
en las páginas grises del contrato,
con la mente clavada en lo inmediato
de paisajes que desaparecieron.
En comunión dos seres se ofrecieron
sin ver sus pies en diferente estrato;
dió el tiempo sus campanas a rebato,
y en mutua soledad amanecieron.
Y al mirarse al espejo una mañana,
"¿Quién soy?", se dijo, sin reconocerse;
"¿Y quién es éste, que a mi lado duerme?"
Dos extraños, en vida cotidiana,
que hoy solamente pueden ofrecerse
alma vacía y voluntad inerme.
Los Angeles, 26 de mayo de 1998