964 - Península (IX)
En posesión casi total, pactada
capacidad de fuga, por tal puerta
que, arrancado el cerrojo, y entreabierta,
permita efectuar la retirada.
Ni tú ni yo en ciudad amurallada,
libres de la atadura que despierta
mayor tendencia a la evasión, y acierta
a desolar la mente sosegada.
Confinados tú y yo, mas con salida,
sin implicar escape o despedida,
sólo un amago de inseguridad.
Una cierta inquietud, porque amoldarse
es el paso inicial de abandonarse,
y debo amarte por necesidad.
Los Angeles, 6 de diciembre de 2003