LE15 - Séneca
Aunque el mundo percibas inestable,
con el azote de los cuatro vientos,
y aunque Roma se quiebre en sus cimientos,
te habrás de mantener imperturbable.
No llores la desgracia inexorable,
deja fluir los acontecimientos,
son tus riquezas tus conocimientos,
y sólo la virtud es memorable.
¡Qué lección tan magnífica nos diste
aceptando la muerte sin protesta,
y con serena y firme valentía!
Al abrirte las venas, sonreíste,
y partiste dejando manifiesta
la convicción de tu Filosofía.
Los Angeles, 13 de agosto de 1997