LE4 - Lope de Vega
“No estoy bien ni mal conmigo,
mas dice mi entendimiento
que un hombre que todo es alma
está cautivo en su cuerpo”
En mi lejana juventud, las rosas
De tu jardín vertieron su fragancia
En mi alma soñadora, y su abundancia
Pareció permear todas las cosas.
Unas guerreras, otras amorosas,
Brilló en tus aventuras la elegancia,
Pero no brilló tanto la constancia,
Tú tan amante y ellas tan hermosas.
Un torrente surgió en tu pensamiento
De celestinas, damas, caballeros,
Dando al teatro un sólido cimiento.
Besos y espadas pueblan tus senderos,
Pero el amor prevaleció en su intento;
No fue Marte tu dios, tu dios fue Eros.
Los Angeles, 31 de julio de 1997