LM17 - Tántalo
Los dioses determinan su venganza
Con impulso cruel e insensitivo,
Haciendo al hombre un mísero cautivo
Sin fe, sin libertad, sin esperanza.
Tántalo sin cesar la mano avanza
Ya con fiera ansiedad, o ardor furtivo;
La sed y el hambre le consumen vivo,
Pero ni el agua ni la fruta alcanza.
El hombre lanza su deseo al viento;
La mujer le recoge y le rechaza,
Se ofrece y se retira en un momento,
Y a la vez se desnuda y se disfraza.
Y el hombre queda solo en su tormento,
Con nada entre los brazos cuando abraza.
Los Angeles, 10 de agosto de 1997