LM9 - El Cid
“¡Dios, qué bon vasallo, si oviera bon señor!” (Poema de El Cid)
Al pie de las murallas de Zamora
Lloré sobre el cadáver de un hermano,
De un amigo, de un Rey, que por la mano
De Bellido murió, mano traidora.
En aquella sangrienta y triste aurora
Ya el rumor apuntaba, no a la mano
Que esgrimió el arma, sino al soberano
De fratricida voz conspiradora.
Y en Burgos, sobre el ara del altar,
Como proclamación de su inocencia,
Al Rey Alfonso le obligué a jurar.
Tomó mi rectitud por insolencia,
Me arrojó de Castilla, fui a luchar,
Y un día le dí el Reino de Valencia.
Los Angeles, 29 de julio de 1997