Brevería 1028
Mide la habitación, toda desnuda,
del lecho a la ventana, y vuelta al lecho;
rocío de sudor rueda en su pecho,
se detiene, sonríe, se me anuda.
Sobre su piel mis dedos. Suave roce.
Nuevo descubrimiento en cada lance.
Mi tacto horada, y quedan a mi alcance
fragmentos de alma que ella aún desconoce.
septiembre de 2002