Brevería 1032
Persigo cada imagen que me evoca
tu propia imagen, tan de mí alejada;
tiendo la mano, que el vacío toca;
quedo sólo conmigo, con mi nada.
Atrapado en mí estoy, bola y cadena,
prisionero en mi propio calabozo,
y un rectángulo azul que me envenena,
ciega esperanza que no afluye al gozo.
septiembre de 2002