Brevería 1036
Solemne requiem por marchitas flores,
que no supieron resistir la escarcha;
muertas casi al nacer, sin trovadores,
sin la inmortalidad ni los honores,
que uno adquiere al vivir sobre la marcha.
Muerte en oblicuidad, y prematura,
sin ramo, ni solapa, ni florero,
muerte de media noche, que apresura
la orfandad del jardín, con la amargura
de quien cae, sin llegar, junto al sendero.
septiembre de 2002