Brevería 1083
Se despereza el tono de mi nombre,
abrazado a tu voz, sobre mi oído;
en tu silencio se acunó, dormido,
y hoy despertó más ágil y más hombre.
Soy más cristal, más bronce, más relieve,
cuando tu voz de pétalo me llama;
traslúcido, vibrante, con un leve
tacto que entre los dedos se derrama.
julio de 2003