Brevería 1093
Sus pies marcaron huellas en la arena,
tan firmes, tan exactas;
y hasta hoy el mar asciende y se refrena
de borrarlas, dejándolas intactas.
El horizonte la absorbió, y no queda
ni su perfil contra el azul marcado;
sólo el viento, en relámpago de seda,
toca las huellas, viento enamorado.
julio de 2003