Brevería 1178
Algún día te irás, mas no del todo;
te irás como se aleja el peregrino,
perdiéndose su sombra en el recodo,
pero quedando intacto su camino,
y sus huellas, impresas en el lodo,
y ambos nombres grabados en el pino.
Te irás como una lágrima furtiva,
que no por irse deja de estar viva.
marzo de 2004