Brevería 1200
He podado tu rostro en mi memoria,
estéril rama en la hora moribunda,
y no sangró; dejó de ser fecunda,
desarraigada sin dolor, sin gloria
El fuego del olvido ciñe y riza
su acorchada madera; habrá mañana
un humo gris huyendo en filigrana,
y en el hogar un nido de ceniza.
junio de 2004