Brevería 121
Cántame una canción de nubes blancas,
de vientos remolcando nubarrones,
de rosas rojas que del alma arrancas,
de trompetas, violines y trombones,
de arroyuelos, colinas y barrancas,
olas azules, tiernas sinrazones…,
para poder purificar mi oído
de tantas voces y de tanto ruido.
enero de 1998