Brevería 1299
Destiérrame el silencio que me abrasa,
haz llover sobre mi tus cascabeles
de ligereza y miel, broten claveles
cuando a mi lado tu palabra pasa.
Di lo que quieras, pero dilo ahora,
que me duelen la luz, la nieve, el humo,
por cuanto en su mutismo me consumo;
si no te queda voz, bésame y llora.
febrero de 2005