Brevería 1378
Cuando dices mi nombre en las esquinas
de tu callada soledad, advierto
como un rumor de brisa en las encinas,
como un brotar de rosas en el huerto,
como un reverdecer de las colinas,
o la última cadencia de un concierto.
No oigo tu voz como quien llama o reza,
tu voz me llega en la naturaleza.
septiembre de 2005