Brevería 1424
Te he visto en otros siglos, y te veré más tarde,
cuando no queden bosques, ni ciudades, ni puentes;
tú, minúscula llama que en las tinieblas arde,
mínima luz perdida trémula entre las gentes.
Con deseos de incendios, vagabas al acecho
del momento oportuno, la astilla combustible,
e inesperadamente abriósete mi pecho,
y en gigantesca llama te has hecho inextinguible.
enero de 2006