Brevería 1456
Me desligué de ti tan lentamente
como si fueras mi último asidero,
y me dejé arrastrar por la corriente,
involuntario, incierto viajero;
pero ningún exilio es permanente,
ningún derrumbamiento duradero.
Las aguas me arribaron al remanso,
y hoy tengo al fin propósito y descanso.
abril de 2006