Brevería 1482
Te recuerdo, dolor; fuiste el amigo
que de la mano asido, ensangrentado,
solía caminar siempre conmigo;
la rosa cuyo cáliz perfumado
suavizaba la espina del castigo
con que la vida me dejó clavado.
Con sabor agridulce te recuerdo,
dolor, que ni me dejas ni te pierdo.
junio de 2006