Brevería 1568
Las lágrimas son sangre derramada
de las venas del alma, esa enemiga
que por no dejar huella su pisada
con más facilidad se la castiga.
El dolor es producto de la espada,
a cuyo empleo nadie nos obliga.
No obstante ciegamente la blandimos,
y tal vez no matamos, pero herimos.
noviembre de 2006