Brevería 1589
Voy subiendo hacia el borde de tu boca
desde tu fondo, desde tu llanura,
como agua clara que, al cubrirte, toca
con dedos de violín tu arquitectura.
Desnuda estás, y quiero arrebozarte
en la tibieza de mi abrazo. Deja
que te envuelva gentil, y al englobarte
surja el blando temblor, la dulce queja.
diciembre de 2006