Brevería 1600
Me dueles tú, en silencio, sin quejido,
como duelen la nube, el bosque, el día
desde la celda de la cárcel; mido
por lentos calendarios mi agonía.
Me dueles en la mente que te piensa,
me dueles en el alma y en la piel,
en la añoranza, cada vez más densa,
y en esta mi existencia de papel.
enero de 2007