Brevería 164
Vive el dolor en su sombría cueva,
recostado en amargas frialdades…
Si el huracán de las adversidades
te azota el rostro y hacia allí te lleva,
vuelve la espalda y acelera el paso,
satúrate de estrellas la mirada,
y espera el nuevo sol de la alborada,
que hay un amanecer tras cada ocaso.
abril de 1998