Brevería 1682
En ti, día tras día, me renuevo;
ya no sé envejecer, me condicionas
con tal resolución que me sublevo
contra lo que no es tú; me proporcionas
ese empuje vital con el que muevo,
si necesario fuera, y entre zonas,
el curso de los ríos, las montañas.
Oh, tú, que aun en ausencia me acompañas.
julio de 2007