Brevería 1686
Soy residente de esa incierta zona
que se prolonga, casi despoblada,
desde la realidad hasta la nada,
pues sólo alli el amor nace y sazona.
No hay en sus calendarios más que un día,
los relojes han sido triturados,
y ni pretenden los enamorados,
ni se avergüenzan de su anatomía.
julio de 2007