Brevería 1737
Ay, mujer, que insistente me frecuentas
en días anodinos, noches frías,
vistiéndome la piel de rebeldías,
y el alma de ansiedades…, y te ausentas.
Y emerges otra vez, y te apoderas
de mi momento, y huyes, y apareces,
y a punto de besar te desvaneces,
y sólo abrazo el aire… Si existieras…
octubre de 2007