Brevería 1786
He visto en ti la eternidad, mirando
desde la sombra densa de tus ojos;
en otros sólo pude ver manojos
de horas, semanas, meses, expirando.
Quizá esa eternidad se disminuya
en un tiempo futuro, ¿quién lo sabe?
Pero hoy es infinita. Ya no cabe
sino tu alma en la mía, que ahora es tuya.
febrero de 2008