Brevería 1831
Cuánto se ha devaluado la moneda
que me compraba amor, qué poco vale…
Hijo ayer de la luz, y hoy de la greda,
sin molde propio o fe que me apuntale.
Si antes fui galeón, hoy no me queda
dársena ni espigón donde recale.
Llevo una alforja al hombro, tan vacía,
que ni a mi sombra puedo llamar mía.
abril de 2008