Brevería 1878
Hay soledades que distancian, llevan
cansancio entre las manos, en los ojos;
y otras que se sublevan,
dinamitando argollas y cerrojos.
La suya, débil, emprendió la huída,
abordando tal vez isla desierta;
la tuya logra, hundiéndose en mi vida,
que toda mi alma sobre ti se vierta.
julio de 2008