Brevería 1881
Hoy regresas a mí, tan añorada,
y no encuentro palabras que decirte.
Amante fuiste, amiga, camarada,
y sólo quedó un tú lejano al irte;
un tú, si tibio aún sobre la almohada,
que ni consiente hablarte ni escribirte.
Se me hundió a tu partida cada idea,
y ya mi lengua sólo balbucea.
julio de 2008