Brevería 1899
Te digo cosas que jamás atiendes;
eres como la brisa, como el río,
que nos pasan de largo. Te desprendes
de palabra y mensaje. Cuanto es mío,
voz, ademanes, actos, no lo entiendes,
o, sin tocarte, caen en el vacío.
Soy profeta clamando en el desierto,
verso sin eco, desolado, muerto.
agosto de 2008