Brevería 1906
Ven y cúbreme ya, hielo de olvido;
ven, alfanje de tiempo y, bondadoso,
córtame estas amarras; ven, tañido
de campana, irrumpiendo estrepitoso
en la oquedad sedosa de mi oído,
donde aún resuena su eco afectuoso.
Venid, adormecedme, liberadme
de estos nudos de ayer, purificadme.
agosto de 2008