Brevería 1910
Digo cosas a veces que no pienso,
o si las pienso siguen siendo extrañas;
no son parte de mí, mas de un inmenso
complejo de barrancos y montañas
que no habito. Mi espíritu es incienso
que tú encendiste, que arde en mis entrañas.
Y se alza en espirales de armonía
por ti, sobre esa absurda geografía.
agosto de 2008