Brevería 1965
Siempre esperó, desesperadamente,
y no pude llegar, mis pies clavados;
ella, espíritu azul de adolescente,
yo, corazón y brazos mutilados;
ella, tan natural, tan transparente,
y mis impulsos tan inadecuados.
Nunca logré escapar del aislamiento
que yo me impuse ayer, y hoy lo lamento.
diciembre de 2008