Brevería 1972
Quiero tocar. Las manos, tan hambrientas,
me lo exigen a voces;
potentes, pero ociosas herramientas,
solicitan trabajo. ¿Reconoces
las líneas crípticas en cada palma?
No hay enigmas allí, sólo clamores
reventando en el sótano del alma
por tu sensualidad, por tus amores.
diciembre de 2008