Brevería 1987
Sólo amo las palabras cuando tú me las dices;
pienso que tú las amas cuando las digo yo.
Las demás están huecas, no son sino barnices,
corteza de la fruta que nunca maduró.
Las mías y las tuyas tienen la contextura
del fruto sazonado que se puede morder;
se derraman sus jugos por cada rasgadura
como vacía el hombre su savia en la mujer.
enero de 2009