Brevería 1992
Era joven, voraz. Amé ligero,
como de día a día, con premura,
siendo más cazador que prisionero.
Ahora, en insensatez de edad madura,
amo profunda, lentamente, y quiero
hacerlo con idéntica locura;
como quien tiende a la suprema entrega,
y no sólo lo intenta, sino llega.
enero de 2009