Brevería 2002
Prometió tantas cosas…, y luego tuvo miedo,
quebrantadas las alas, y la palabra muda;
se me durmió la sangre, y un freno en cada dedo
me bloqueó el avance a su imagen desnuda.
No estaba ella conmigo, pero siempre venía
junto a mí, como el ángel que nos tutela el paso;
ahora camino solo; si hay otra compañía,
ya no es el vino añejo que me llenaba el vaso.
febrero de 2009